Si una persona no puede comunicarse utilizando el habla natural, la CAA puede convertirse en una herramienta excepcional para expandir sus posibilidades comunicativas y hacerse entender más fácilmente. Llamar «voz» a la CAA puede contribuir a dar relevancia a esta realidad. Asimismo, también permite remarcar lo perjudicial que es quitarle a un usuario su SAAC. Sin embargo, como en muchas otras potentes metáforas, la realidad del día a día es mucho más complicada.

¿Qué es una voz?

Tener «voz» no solo significa poder emitir sonidos al hablar. También es la libertad de decir todo lo que piensas, de la forma en la que decidas expresarlo. Tienes el control exclusivo de tu propia voz. Nadie puede forzarte físicamente a utilizar tu propia voz de un modo concreto. Las palabras que puedes pronunciar utilizando tu propia voz no son las que otras personas consideran que necesitas.

Todas las distintas formas de comunicación son «tu propia voz»

Sin embargo, con muchos de los SAACs, garantizar esta libertad es mucho más complicado. Si las únicas cosas que puedes (o sabes) decir con tu «voz» no se corresponden con tu verdadera intención, el mensaje más auténtico que puedes transmitir es negarte a decirlas. Aunque puede que no seas capaz de decir mucho en una conversación, lo más importante es que todo aquello que digas sea completamente tuyo. Además, un SAAC no es necesariamente la mejor herramienta para decir todo aquello que deseas en todo momento. No pasa nada. El habla tampoco lo es. Si alguien está buscando algo en la cocina y las explicaciones habladas que le das no son suficientes, la solución más efectiva es enseñarle dónde está lo que está buscando. A menudo, utilizar CAA no solo es más lento, sino que requiere un esfuerzo mayor. Lo más importante para conseguir comunicarse con éxito radica en utilizar de forma estratégica todos los métodos de comunicación disponibles. No existe una única manera que sea la «mejor» para comunicarse.

Mi voz, mi elección

Algunos usuarios de CAA se refieren a la CAA como su voz (enlace en inglés); y como habrás visto, en AssistiveWare también utilizamos este tipo de expresiones. Sin embargo, nadie puede decidir cuál es la verdadera voz de una persona. Algunas de las personas que necesitarían la CAA para comunicarse todavía no tienen acceso a ella, y puede que otras que sí que tienen acceso solo sean capaces de expresar una variedad limitada de mensajes e ideas con su sistema. Brindar la ayuda necesaria a las personas que se encuentran en esta situación para que puedan ampliar sus posibilidades comunicativas es vital, pero solo es una pequeña parte de la solución.

Es importante que nos esforcemos no solo para darnos cuenta de que tenemos que respetar a las personas por cómo son sino también para aprender a escuchar la voz que ya tienen. Si no estás seguro de haber entendido el mensaje de alguien, lo más respetuoso sería admitir que simplemente estás haciendo una suposición y que puede que no le hayas comprendido correctamente. Una vez hayas dejado esto claro, puedes intentar distintas estrategias para entender el mensaje. Es posible que no logres comprender exactamente lo que la persona te está intentando comunicar. Puede que no estés seguro de si el otro interlocutor te está entendiendo a ti. Pero, al menos, puedes dejarle claro que su perspectiva de las cosas merece ser escuchada.